Los mirlos ponen la melodía. Los carboneros comunes el ritmo. Los picamaderos negros la percusión. De las gargantas de los primeros salen frases melódicas, notas líquidas y aflautadas, intervalos musicales. Los carboneros repiten rítmicamente sus notas simples. Y al tamborilear, los pájaros carpinteros utilizan los troncos como instrumentos de percusión.
Cada una de estas especies forestales canta y reclama por sus propios motivos. Ninguna pretende que sus sonidos armonicencon los de otros habitantes del bosque. Pero todas sus voces juntas, sin más dirección que el azar, se entremezclan en el aire y forman el concierto del bosque. Un concierto para mirlo y percusión.